No hay razones que puedan explicar directamente alguno de los dos sucesos ocurridos el pasado fin de semana en León –un cazador muerto y otro herido, ambos de forma accidental en sendas cacerías-, pero hay factores que están añadiendo riesgos al ya de por sí arriesgado deporte de la caza. Asociaciones de cazadores y expertos defienden que los dos accidentes de caza «han sido fruto de la casualidad» y recuerdan que estadísticamente son una posibilidad remota, pero admiten que se están dando situaciones, cuando menos, mejorables.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Miguel Fierro, defendió la seguridad con la que se están desarrollando las batidas de jabalíes, a pesar que durante las últimas semanas se han intensificado notablemente porque la nieve ha impedido hacerlo antes. «Si se hubieran celebrado a tiempo habría el mismo riesgo puesto que el número hubiera sido el mismo y, por tanto, las posibilidades también serían las mismas».
Batidas preparadas
Fierro recalcó que en el caso de los dos accidentes del pasado fin de semana, los organizadores son auténticos conocedores de las monterías y llevan años de experiencia en el mundo de la caza, por lo que descartó que ésta pudiera ser una causa añadida a los accidentes.
Miguel Fierro, sin hablar directamente de los dos sucesos del fin de semana, aseguró que «en general, y estadísticamente, está comprobado que la mayor parte de estos accidentes se produce porque el cazador no sabe dónde está su compañero, por falta de identificación». También apuntó al rebote de la munición como una causa más de este tipo de accidentes, aunque admitió que más bien se trata de una posibilidad remota. «La pieza también produce mucho nerviosismo y puede ser que también se cometan en un momento dado torpezas», indicó.
Fierro descartó que, de momento, se solicite a la Junta de Castilla y León una prórroga para ampliar la veda de la caza argumentándolo en que las reiteradas nevadas han obligado a suspender gran parte de ellas, con lo que suponen de pérdida de ingresos para las pedanías que las subastan y la superpoblación de ejemplares que se genera, con los consiguientes daños para la población local.
Por su parte, Pedro Vizcay, experto en caza y pesca y colaborador de Diario de León, aseguró que durante el presente invierno «se han suspendido muchas cacerías autorizadas en los planes cinegéticos. Al terminarse la temporada el día 15 de este mes, muchos cotos las están haciendo seguidas», lo que aumenta la inseguridad. Por otro lado, según él estas batidas cada vez se organizan «más en plan compañerismo y no por profesionales y la organización de los cotos cada vez la coge gente más joven o con menos experiencia. Antes eran profesionales y ahora cualquier pueblo se organiza de cualquier manera: no saben que no hay que tirar atravesado o que los puestos tienen que estar marcados».
Examen del cazador
Vizcay, gran conocedor de este deporte, es partidario de que se realice el examen del cazador «que no se está exigiendo». «Si las cosas se hicieran bien, hay cosas que no tendrían por qué pasar», manifestó sin referirse al caso concreto del fin de semana, sino explicando el denominador común que se está dando en muchos cotos. «La fatalidad llega siempre por muchas causas, no sólo por una. Hace muchos años que no se mataba a un cazador», recordó Vizcay.
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